Un grupo de hombres está en el gimnasio de un club y suena un celular. Uno de los hombres contesta:
¿Si?
¿Querido, eres tú? ¡Se oye horrible!
¡Hola, hola!
¿Estás en el gimnasio?
¡Sí!
Estoy frente a la vidriera de una peletería viendo un tapado de visón precioso. ¿Puedo comprármelo?
¿Y cuánto cuesta?
Como 5.000 dólares.
¡Dale!, y cómprate también un bolso que haga juego, amor mío.
Bueno, esteee, resulta que también pasé por una automotora, y pensaba que ya es hora de cambiar el auto, así que entré y pregunté.
¿Ah que no sabés qué?, resulta que tienen un BMW, en oferta y es el último que les queda
¿Y de cuánto es esa oferta?
Sólo 60.000 dólares, ¡Y es divino!
Buuueno, cómpralo, pero que te lo den con todos los accesorios, y si sale un poco más, como situación excepcional, no me voy a enojar.
La mujer, viendo que hoy todos sus pedidos "colaban", decidió arriesgarse:
Cariño, ¿Te acuerdas que te conté que mamá quería venirse a vivir con nosotros? ¿Te parece bien que la invite por un mes, a prueba, y el mes que viene lo volvemos a hablar?
Mmmm, bueno, está bien, ¿Pero no me pidas nada más, ¿Eh?
Sí, sí, está bien, ¡Ay cuanto te adoro, mi amor!
Yo también te quiero. Un besito y te dejo. Chau.
Al colgar el teléfono, el hombre se gira al grupo y pregunta:
¿Alguien sabe de quién es éste celular?
No desayuné pensando en ti, no almorcé pensando en ti, no cené pensando en ti, y no dormí porque tenía hambre.
Al párroco le estaban haciendo su cena de despedida por 25 años de trabajo en una Parroquia. Un político miembro de la comunidad fue invitado para dar un breve discurso. Como el político tardaba en llegar, el sacerdote decidió decir unas palabras el mismo para llenar el tiempo: Mi primera impresión de la Parroquia, la tuve con la primera confesión que me tocó escuchar. Pensé que me había enviado el Obispo a un lugar terrible, ya que la primera persona que se confesó me dijo que había robado un televisor, que había robado dinero a sus padres, había robado también en la empresa donde trabajaba, además de tener aventuras con la esposa de su jefe. También en ocasiones se dedicaba al trafico y a la venta de drogas. El Padre continuaba - Me quedé asombrado, asustadísimo. Pero cuando transcurrió un tiempo, fui conociendo más gente y vi que no eran todos así, vi una parroquia llena de gente responsable, con valores, comprometida con su fe. Y así he vivido los 25 años más maravillosos de mi sacerdocio.
Justamente en este momento llego el político, por lo que se le dio la palabra. Por supuesto, pidió disculpas por llegar tarde y empezó a hablar diciendo: Nunca voy a olvidar el primer día que llego el padre a nuestra parroquia. De hecho, tuve el honor de ser el primero que se confesó con él ...